octubre 25, 2025

La extradición de un enlace clave en la cadena global del fentanilo: el caso de Zhi Dong Zhang

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Ciudad de México, 24 de octubre de 2025. – Las autoridades mexicanas entregaron a Estados Unidos a Zhi Dong Zhang, ciudadano chino de 50 años, considerado un intermediario clave en la producción y distribución de fentanilo. Zhang enfrenta cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero en una corte federal de Georgia. Su extradición marca un paso importante en la cooperación internacional contra la crisis del fentanilo, que ha causado decenas de miles de muertes en Norteamérica.

El rol de Zhang en la red del fentanilo

Zhang operaba entre Los Ángeles y Atlanta, conectando proveedores de precursores químicos en China con laboratorios clandestinos en México. Aunque no fabricaba directamente el opioide, su función era facilitar el flujo de los compuestos esenciales, su traslado al país y su posterior envío a Estados Unidos.

Desde al menos 2016, trabajó en coordinación con grupos criminales mexicanos, lo que amplió el alcance y rentabilidad de sus operaciones. De acuerdo con estimaciones de agencias antidrogas, su red movió miles de kilos de sustancias controladas: más de 1,800 kg de fentanilo, 1,000 kg de cocaína y 600 kg de metanfetaminas.

Las ganancias superaban los 150 millones de dólares anuales, lavadas mediante criptomonedas y empresas ficticias. Este modelo de negocio reflejaba cómo el fentanilo —un opioide 50 veces más potente que la heroína— se consolidó como el epicentro de la crisis de sobredosis en Estados Unidos.

De la captura a la fuga y recaptura

En octubre de 2022, un gran jurado en Atlanta lo acusó formalmente, y en 2024 fue detenido en Ciudad de México gracias a una operación conjunta entre fuerzas federales y el Ejército.

A comienzos de 2025, un juez le otorgó arresto domiciliario, lo que causó polémica por tratarse de un detenido de alto riesgo. El 11 de julio de 2025, Zhang escapó cortando un muro de su residencia y huyó en un jet privado hacia Cuba, con pasaporte falso. Desde allí intentó volar a Rusia, pero fue rechazado y regresó a La Habana.

Gracias a una alerta de Interpol, fue recapturado el 31 de julio. Tras permanecer bajo custodia cubana y ser interrogado, fue devuelto a México en septiembre y finalmente extraditado a Estados Unidos en octubre. Hoy enfrenta su juicio en Georgia, donde podría recibir décadas de prisión.

Controversias y lecciones del escape

La fuga de Zhang reveló deficiencias en la supervisión de arrestos domiciliarios y generó críticas al sistema judicial mexicano. Su liberación, pese a la gravedad de los cargos, fue considerada una decisión riesgosa que afectó temporalmente la confianza bilateral en materia de seguridad.

Por otro lado, la colaboración de Cuba en su recaptura destacó un inusual esfuerzo trilateral entre México, Estados Unidos y el gobierno cubano. Aunque se especuló sobre un intercambio de información sobre redes asiáticas, la cooperación final fue vista como un éxito diplomático.

La extradición ocurre en un contexto de crisis del fentanilo que solo en 2024 dejó más de 70,000 muertes en Estados Unidos. Expertos advierten que, aunque este tipo de detenciones golpea estructuras clave, los cárteles suelen reorganizarse con rapidez.

El caso de Zhang refleja la naturaleza global del narcotráfico moderno: una red donde confluyen tecnología, economía ilícita y brechas regulatorias internacionales. Combatirla requiere más que arrestos —también implica fortalecer el control de químicos, la cooperación internacional y los programas de salud pública.

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